martes, 11 de junio de 2013

Cuéntame un cuento - Premio 3º Ciclo II



       La clase de biología

                                
por  Paula Generalo de 6º B


           La sombra se acercaba cada vez más, yo intentaba moverme, pero me era imposible, parecía que tenía las 
  piernas pegadas al suelo. Intentaba gritar, pero lo único que salía de mi garganta era un hilillo de voz…

                Me desperté, miré el reloj y vi que eran las nueve menos cuarto, llegaba tarde a clase. Todo era como siempre,   no había ninguna sombra, pero algo hacía que me temblaran los huesos, de repente sentí un escalofrío. No era           una presencia agradable. Intenté ignorarla y bajé a desayunar. Cuando acabé me vestí y me fui corriendo al             colegio.

                De camino me encontré con mi amigo Juan que también tenía prisa en llegar pronto al cole. No quedaban solo
                minutos para empezar las clases. Creía que íbamos a llegar a tiempo, pero me equivocaba, porque cuando 
                estábamos en la puerta vimos que ya habían cerrado. Intentamos llamar, pero nadie nos abría, hasta que el 
                conserje bajó y nos dijo que por llegar tarde tendríamos que quedarnos castigados en la clase de biología. 
                También estaban castigados Sofía y Miguel.

                 -¡¡¡Cualquier clase menos la de biología!!!- grité -¡Dicen que esa clase está embrujada!
                 -¿Por qué lo dices?- me  preguntó Juan. 
                 -Lo digo porque una vez Sergio el de cuarto se quedó encerrado allí y cuando consiguieron abrir la puerta él              ya no estaba.
                 -Seguro que no es verdad - dijo Sofía.
                 -¿Tú también has llegado tarde?- la pregunté.
                 -Sí, como todos vosotros, ha sido porque he tenido una pesadilla.
                 -¡Yo también! – contestó Miguel.
                 -Y yo- dijimos Juan y yo a la vez.
                 -¿Qué pasaba en la vuestra?- preguntó Sofía- En la mía una sombra me perseguía, pero yo no podía 
                 moverme, fue horrible. ¿Por qué me miráis con esa cara?
                 -Y… y…yo t… t… también he soñado con eso- dijo Miguel temblando de miedo.
                 -Y nosotros dos también- añadió Juan.
                 Todos nos miramos con cara de asombro. De repente Miguel exclamó:
                 -¿Dónde está el conserje?
                 Buscamos por todos lados, pero el conserje no aparecía, así que pensamos que debería estar     
                 esperándonos en la clase de biología. Decidimos dirigirnos hacia allí y si no estaba probaríamos en  otros sitios          sitios.
                  Nada más llegar a la clase, volví a sentir un escalofrío que recorrió todo mi cuerpo.
                  -¿Estás seguro de que vas a entrar?- sentí que me susurraban.
                  -¿Quién ha dicho eso?- exclamé.
                  Juan me miró con cara rara y me dijo:
                  -Nadie ha dicho nada, te lo habrás imaginado.
                  -Ja ja ja ja ja- volví a oír. Ya empecé a preocuparme porque oír voces no era algo normal. Me armé de valor          y pase dentro de la clase; estaba oscuro y hacía mucho frío, oíamos el crujir de la madera y el rechinar de la               puerta al cerrarse.
                 Juan decidió encender la luz. En un rincón de la clase vimos una sombra y cuando menos nos lo esperabamos                  se apagó la luz. Sofía gritó, yo me agaché, Juan se metió en el armario y Miguel se subió a una mesa. La             puerta empezó a abrirse y apareció la sombra que vimos en el rincón. Sacó de detrás de su espalda un             cuchillo, empezó a acercarse a mí y me dijo:
                 -Tú serás el primero en acompañarme…
                 No me dio tiempo a ver lo que pasaba porque en ese mismo instante me desmayé.
                 Cuando abrí los ojos vi que estaba en una habitación pequeña, donde había una camilla en la que estaba 
                 sentado, también había un armario con vendas, tiritas y muchas cosas más. La puerta se abrió y entró  la   la               enfermera, detrás de ella iban Sofía, Juan y Miguel. Mis amigos se sentaron a mi lado y me contaron    

                 que “la sombra” era el conserje disfrazado que lo único que quería era darnos un susto por haber llegado         tarde a clase, y que como se volviese a repetir nos daría un susto aún peor.
                  Cuando me recuperé fuimos todos al recreo y hablamos de lo que había sucedido.
                 -Que mal lo he pasado- exclamó Juan.
                 -Y yo- dijo Sofía.
                 -Lo peor ha sido cuando apareció el conserje y sacó el cuchillo- agregó Miguel.
                 -¿Jorge qué te pasa, estás muy raro?-me preguntó Juan -¿En qué piensas?
-¿Yo?
                -Si tú- volvió a decir.
                -Es que se me hace extraño pensar que si todo esto ha sido una broma de mal gusto, ¿quién era el que me    
                 susurraba cosas al oído? ¿Y lo que le pasó a Sergio el de cuarto qué, también fue un susto o es que hay            “algo” que hizo que le pasara eso?
                 -¿Y ese “algo” qué  es?- preguntó Sofía.
                 -No tengo ni idea, ¿os acordáis del sueño?- todos asintieron- Pues mirad, creo que  la sombra que aparecía     es la que hizo que Sergio desapareciera y que dentro de poco nos tocará a nosotros.
                 -¡Claro! Por eso al entrar en la clase de biología sentí ese escalofrío- exclamó Juan.
       - ¿Tú también lo sentiste?- pregunté.-Todo esto es un misterio que juntos tendremos que resolver…   


 


 

                                                                                                                                              

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